viernes, 3 de mayo de 2013

Lo que no puede ser, no puede ser

Qatar, esa pequeña península desértica con fachada a un mar esmeralda. Tierra bendecida por el líquido negro tan codiciado y necesitado para hacer funcionar las sociedades industrializadas. Tiene reservas petrolíferas como para 40 años, y reservas de gas como para más de 100 años. En los años 80 del siglo pasado, hace 30 años, los estudiantes universitarios ya recibían una beca de 700 dólares mensuales. Qatar tiene el PIB per cápita más alto del mundo, con 110.000 euros. Tiene una población de 1.800.000 habitantes, de los que 230.000 son de nacionalidad qatarí que te ví. El emir Hamad Ben Jalifa al Thani, con su impresinante potencial financiero quiere modernizar el país, preservando las estrictas tradiciones locales. Esto va a resultar quizás lo más difícil y chocante. Poseen la potente cadena de televisión global Al Yazira. Construyen elevando hacia el cielo edificios acristalados de arquitectura imposible, huyendo de las arenas del desierto. Impulsan deporte, cultura, arte, etc., en diferentes iniciativas por todo el mundo, como por ejemplo Qatar Fundation. Qatar ha obtenido de la FIFA el nombramiento de sede para la fase final del Mundial de fútbol de 2022. Doha, la capital se presentó a organizar los Juegos Olímpicos de 2020, pero fué descartada. Ahora nuevamente aspira para organizar los de 2024. Recientemente debía celebrarse una exposición con el tema, Juegos Olímpicos, pasado y presente. Para ello hablaron con Grecia y acordaron llevar dos estatuas de atletas, que viajaron desde el museo arqueológico nacional de Atenas. Una de ellas era un joven atleta de Eleusis y otra el barbero de Ptoos, ambas herencia de la Grecia clásica. Días antes de la inauguración del evento, el ministro de cultura griego viajó a Doha, y su sorpresa fué encontrar las dos esculturas con unas telas negras cubriendo sus genitales. Las autoridades qatarís le explicaron que a dicha exposición irían mujeres, y los taparon para evitar que se escandalizaran con la desnudez de las esculturas. El ministro griego dijo entender sus motivos, pero que las esculturas eran para exhibirlas tal cual. Ante esta situación el ministro pidió que fueran devueltas de inmediato al museo griego. Con dos cojones!!, pobres pero con orgullo y conciencia de un pasado glorioso. Pues les guste o no le guste a los qatarís, aunque les escandalice a sus mujeres, en la antigua Grecia los atletas competían desnudos en las Olimpíadas. Y por mucha riqueza que tengan no pueden cambiar la historia. Si es que lo que no puede ser, no puede ser.