Como hemos cambiado, es una canción del disco Ser de Agua publicado por el grupo pop español Presuntos implicados, en el año 1.991. Si señor José María Aznar, como hemos cambiado. Ya no tiene el poder en sus manos como en el año 1.996, cuando usted llegó a la presidencia del gobierno. Aunque sigue siendo influyente en las ideas, desde su atalaya de las FAES, los principales dirigentes de su propio partido no comparten su predicamento. Quién se lo iba a decir a usted?. Su propio delfín, la persona que usted designó como sucesor, le ningunea. Le trata como a un trasto viejo, le molesta su deslenguado afán de protagonismo, y ni siquiera le hace consulta alguna. Usted, que tomó las riendas de este país y lo metió en Europa. Usted que llevó al espejismo del éxito a este país, cabalgando sobre la burbuja inmobiliaria y privatizando todo cuanto le fué posible privatizar. Sepa que la situación que atravesamos en la actualidad, también es derivada del viaje a ninguna parte de aquellos tiempos desbocados y sin control. Su sucesor en el partido y ahora en la presidencia de gobierno, Mariano Rajoy, ahora le ignora. No se preocupe, parece que es lo normal. Zapatero también ignoró a Felipe González. El poder absoluto induce a su poseedor a dejar su huella personal, a hacer las cosas a su manera. Y ahora el jefe es Mariano, el registrador, el ambiguo. El es quien tiene las riendas del país, y solo el sabe adonde quiere llevarlo, o debería saberlo. Todo ha cambiado, las personas, las circunstancias, el entorno. Póngase tranquilo don José María Aznar, que parece nervioso y enfadado. Entiendo que lo esté, poco a poco parece que se le va estrechando el cerco. Su amigo Rodrigo Rato está en entredicho con el asunto de Bankia. Su amigo Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, ya sabe como es una celda, aunque haya sido solo por una noche. Los iluminadores de la boda real de su hija, caso Gürtel, ahora ya se sabe que eran una trama corrupta. Su partido, el PP, huele a financiación ilegal y a orgía de dinero proveniente de donaciones generosas y generosamente repartido en sobres. Su señora esposa, alcaldesa accidental, está en un fangal con el caso del Madrid Arena. Póngase tranquilo y no amenace con volver, solo observe como hemos cambiado.
