Sin duda alguna, Jordi Pujol ha sido el presidente catalán con más sentido de estado. Tanto cuando apoyaba al gobierno de España, como en su particular gobierno de Cataluña. Lo cual no quita que haya tenido sombras, tanto el como su familia han sido salpicados por diversos y oscuros asuntos económicos. Pascual Maragall llegó a la Generalitat con su aureola olímpica. Con su lenguaje cercano y jocoso, levantó ampollas con el 3% en una sesión parlamentaria. El asunto quedó en nada, porque los unos por los otros y la casa sin barrer. José Montilla fué un hito en la historia de los presidentes de la Generalitat. De familia andaluza llegar a presidente, era como ver un negro en la Casa Blanca. También lo hemos visto después, dicho sea de paso. Don José era poco dado a lo mediático, hombre más bien gris pero trabajador. Se rodeó de malas compañías y con su falta de carácter al final acabó todo como una merienda de negros. Y finalmente el rey Arturo, el que la sigue, la persigue y al final la consigue. Y para qué tanto esfuerzo en llegar a president?. Es el que menos sentido de estado tiene. No distingue la solidez de la crisis, de la liquidez de las cuentas, y de lo gaseoso de sus aspiraciones soberanistas. También se ha rodeado de buena gente, pero de momento la actividad de gobierno es totalmente nula. Que se prepare el siguiente!.
