Paciencia pide el presidente del gobierno a los ciudadanos. Qué facil es soltar palabras de aliento hipócrita a los ciudadanos maltrechos una y otra vez. Desde el púlpito es muy fácil largar el sermón, viviendo en un palacio, viajando en coche oficial, percibiendo un buen salario sin contar sobresueldos, etc. La semana pasada Alfonso Alonso, portavoz del PP, decía que los dirigentes de u partido daban la cara, que estaban ahí mirando a la cara a los ciudadanos. Mariano, sal a la calle hombre, acércate a las largas colas del INEM y pide paciencia en vivo y en directo. Mariano, asiste a un desahucio y dile a esa familia que ponen en la calle, que tenga paciencia. A las personas dependientes a las que se les recortan lo recursos, a los enfermos crónicos que han de copagar los medicamentos, a los engañados por las preferentes. Hay tres sectores a los que no les tienes que pedir paciencia, a los grandes empresarios, banqueros y la Iglesia. Seguro que a ellos les va magníficamente, Aunque vete tú a saber, que estos tienen una voracidad insaciable. También hay que pedirle paciencia a Alfredo Sáenz, exdirectivo del banco de Santander, que ha dimitido el hombre y se ha llevado una paguita de 88 millones de euros. Paciencia, porque para disfrutar de semejante fortuna va a tener que vivir unas cuantas vidas más. A los que contamos en pesetas, esta cifra de euros no nos cabe ni en la calculadora ni en la cabeza. Vale que se trate de una empresa privada, vale que este banco no ha sido rescatado, pero una indemnización así suena indecente, inmoral, y no sé cuantas cosas más. Paciencia, que aún no lo hemos visto todo.
