Cómo se puede llegar a ser tan malcríado y cobarde?. Es como cuando los niños están jugando a la pelota y de repente lanzan un balonazo y rompen un cristal. Entonces salen todos corriendo a refugiarse bajo las faldas de su mamá. Eso mismo hace este muchachito, Oriol, el menor de una saga de sospechosos habituales, que al amparo de la política manejan voluntades y negocios poco transparentes, amasando fortunas inmensas que ocultan en paraísos fiscales por el ancho mundo, lejos de la fiscalidad española y catalana. Todo un alarde de patriotismo, si señor!. Y cuando le pillan con el carrito del helado, en sus manejos mafiosos de conseguidor de negocios para amiguetes, y se le lleva a declarar como imputado, entonces solo se sabe defender envolviéndose en la bandera catalana y diciendo que es un ataque a Cataluña. Claro, el muchachito se ha visto sorprendido y ha vuelto a la niñez, y la mejor opción es esconderse bajo las faldas de mamá y esperar que pase la tormenta. Este señorito y otros de su calaña pretenden ser los forjadores de la patria catalana, estamos listos!.
