En estas últimas semanas, desde la renuncia del Papa Benedicto XVI, no paran de sucederse rumores acerca de tal o cual de sus eminencias los cardenales, está mejor posicionado para sucederle. He oido que en las reuniones previas que están haciendo los cardenales, aprovechan para conocerse muchos de ellos. Siendo así, no me extrañaría que se colara en las quinielas algún nombre conocido en la galaxia. Estoy seguro que haría un papel de lo más renovador. Le diría a Dios que no es su representante en la Tierra, sino que El es su representante en el Cielo. En la misa de los domingos en la plaza de San Pedro, algunos acudiría el, y en otras ocasiones mandaría a Karanka, o al primero que se le ocurriera. El periódico del Vaticano multiplicaría sus ventas de forma extraordinaria. Y para mejorar las finanzas, vendería camisetas en el mundo entero. Podría ser una buena oferta de trabajo, y así dejaría de emponzoñar el fútbol español. Total, la Iglesia ya lo está.
