Ni más, ni menos. Y sin despeinarse. No hace mucho tiempo, el excelentísimo alcalde de Barcelona, Xavier Trías, comentaba que Barcelona era un excelente plató abierto al mundo. Evidentemente eso permite que empresas de publicidad, de cine y de tv, puedan grabar spots, documentales, cortos, películas, series, etc., que serán vistas por millones de personas y en las que aparecerán rincones de la ciudad. Algo queda de bueno, aunque los ciudadanos sufran algunas incomodidades puntuales por ello. La promotora Diagonal TV, que es la que busca localizaciones para la serie Isabel que emite Televisión Española por La 1, solicitó al ayuntamiento grabar en el Salón del Tinell y en la Plaza del Rey. Por una cuestión peregrina le fué denegado el permiso para rodar en estas localizaciones. La negativa se fundamentó en que la serie mezcla realidad y ficción. Isabel es una serie que recoge la vida de Isabel de Castilla, Isabel la Católica, desde su infancia hasta la rendición de Granada, culminando la Reconquista. Evidentemente, a pesar de que se relatan los principales sucesos de la vida de Isabel, hay una parte de ficción novelada. La primera temporada fué un éxito de audiencia, y la segunda que se emite en la actualidad, ha comenzado con el mismo tono. En Cataluña la audiencia es algo menor, se nota la mano oscura del adoctrinamiento. La serie se ha traducido y vendido a televisiones de multitud de países. Una oportunidad perdida de que en los títulos de crédito figurase la ciudad de Barcelona. Pero desde Barcelona, su alcalde Xavier Trías y el director del Museo de Historia de Barcelona, Joan Roca, viejo conocido y extraordinario manipulador, han actuado de censores. Resulta mucho más auténtico ver a Shakira chapoteando por las fuentes, o paseando en moto sin casco por las calles de la ciudad. Y mucho más aún, disfrazar la estatua de Colón con una camiseta del F.C. Barcelona. Pero claro, Isabel es otro tema, suena a español. Isabel de Castilla, Fernando de Aragón, Los reyes Católicos, vade retro Spain!. Podríamos recordar que el padre de Fernando, Juan de Aragón, conquistó Cataluña. También que cuando Isabel y Fernando se casaron, firmaron las capitulaciones en Cervera, provincia de Lleida. Estos censores de pacotilla podrían haberlo tomado con un poco de miramiento y cariño, pero no, y negaron la autorización al rodaje. En estos momentos de borrachera soberanista, todo lo que huela a España, lo más lejos posible. Aquí solo quieren que impere el pensamiento único, y Cataluña nació en el año 1.714. Pandilla de necios!.
