jueves, 3 de octubre de 2013

Pintor que pintas con amor

De repente en este país, España, ha aparecido de forma espontánea una generación de pintores. Pintores noveles en este arte plástico, pero zorros viejos en el arte del trileo y de la mentira. Dolores de Cospedal, Carlos Floriano, Luis de Guindos, Cristóbal Montoro, Soraya Sáenz de Santamaria, y el mismísimo presidente del gobierno, Mariano Rajoy. Todos ellos son viejos conocidos, sabemos de sus mentiras, engaños y trapicheos. Baste recordar con trazo sencillo de carboncillo, que estos individuos están gobernando porque su partido, el Partido Popular, ganó las elecciones generales esgrimiendo un programa electoral del cual no se ha cumplido ni un solo punto, sino todo lo contrario. Pero en este momento se estrenan en el noble arte de la pintura. Han empezado el nuevo curso con trazo grueso, como queriendo transmitir más fuerza, colorido y rotundidad a su obra. "Estos son los presupuestos de la recuperación", anuncian. "La crisis económica ya es historia", proclaman. Imagino que la consigna en la cocina de la calle Génova nº 13, sede del Partido Popular, es la de que hay que ir cambiando el color del paisaje. Hay que ir suavizando el filo de la tijera, para que aunque sigan recortando, al ciudadano le parezcan caricias. Hay que cambiar el mensaje, del pesimismo a la esperanza. No es tarea fácil a priori, pero tratándose de manipuladores profesionales, a sabiendas de que el pueblo está deseoso de ver la puta luz al final del túnel, el asunto es un juego de niños. Son conocedores de que el pueblo se ilusiona con poco. Saben que desde tiempos de los romanos, al pueblo le basta con pan y circo. Circo hay hasta para aburrir. Un zapeo inteligente por todas las cadenas de la dichosa TDT, y uno siente ganas de volver a los tiempos de la Radio. Pero pan no hay para todos, ni siquiera para tanto chorizo. Estos mensajes optimistas que nos muestran hasta en la sopa desde la presentación de los presupuestos para 2.014, no nos deben llevar a engaño. Que nadie vaya a pensar que un crecimiento estimado del 0,4% para 2.014 va a ser el maná que cayó del cielo. Que nadie piense que bajar el paro en 30 o 40.000 personas en 2.014 va a ser la panacea. Que nadie piense que los recortes que ya hemos sufrido aflojarán, y poco a poco los iremos recuperando. Como dijo Mariano Rajoy en la sede de Naciones Unidas recientemente, "España ha venido y ha venido para quedarse". Pues lo mismo pasa con los recortes, "Los recortes están aquí y los han hecho para quedarse". Pero al pintor le resulta fácil alterar la percepción del observador. El trazo negro y sombrío lo transforman en verde intenso de selva tropical. El trazo gris lo tornan en suaves celestes. Y con esos ligeros toques de brocha gorda, el espectador ávido de colorido en su vida, se traga el anzuelo. Eso es lo que deben pensar esos toscos gobernantes que hemos tenido la desgracia de escoger. Todo el amplio abanico de recortes que hemos sufrido y que nos afecta en uno o varios ámbitos, Sanidad, Educación, Justicia, Dependencia, Cultura, Infraestructuras, Trabajo, Políticas de empleo, Prestaciones sociales, Pensiones, están aquí para quedarse. También es lógico que después de haber empobrecido al país de un 15 a un 30% en tan solo dos años, por algún punto cardinal de este vapuleado país, asome algún atisbo de indicio de esperanza de mejora. Pero el estado de bienestar, gravemente herido, no va a mejorar. Pintores que pintan con amor, con amor a su poltrona y a sus prebendas, cuyo único objetivo es dar colorido a las sombras, suavizar las aristas, cambiar un paisaje tétrico en bucólico. Y esta maniobra no es en vano. Estamos a mitad de la legislatura y a toda costa hay que empezar a vender optimismo para los dos años de calvario que faltan. El desafío es hacer olvidar el dolor de los recortes. Inyectar optimismo a través de las múltiples heridas. Su meta es salir reelegidos en las próximas elecciones generales. Los españoles en general tenemos poca memoria. O mejor dicho, tenemos memoria de corto alcance. No recordamos más allá del último campeonato de la liga de fútbol. No recordamos más allá del último Gran Hermano. Es una pena, y ellos también lo saben. Por eso se han puesto manos a la obra, y se han suscrito a la colección por fascículos "Pintar es fácil". De momento ya tienen el lienzo y las primeras pinturas. En sucesivas semanas iremos teniendo nuevas entregas. Ojalá seamos capaces de recordar qué clase de gentuza nos está gobernando.