martes, 6 de agosto de 2013

Máquinas de lavar

He aquí dos máquinas inteligentes de lavar. Sí, a pesar de esas líneas espartanas, poco lujosas, eran máquinas muy eficaces para su función, y sobre todo respetuosas con el medio ambiente. Muchas de nuestras abuelas y algunas de nuestras madres han utilizado estos artilugios que ahora nos parecen tan arcaicos. Se nos antojan fósiles de una época muy lejana, pero que no lo es tanto. Con una tina llena de ropa, una pastilla de jabón de fabricación casera y con a máquina de lavar, las mujeres iban a las orillas de los ríos, o a los lavaderos públicos construidos para tal fin. Y una vez allí, a base de brazos y restregar la ropa enjabonada contra las ondulaciones de la madera, dejaba la ropa más limpia que los chorros del oro. Una máquina muy completa y que además de lavar permitía hacer gimnasia de brazos y a la vez socializaba a las gentes porque lavaban sus ropas en público. Estas máquinas no se averiaban nunca, su funcionamiento era bien sencillo, no precisaban de manual de instrucciones. Y lo mejor de todo es que no consumían electricidad, un chollo tal y como está hoy en día el precio de dicha energía. Y es que la electricidad está muy cara. Es natural que su precio sea tan elevado, cuesta mucho producirla, cuesta mucho mantener los consejos de administración a base de 200.000 euros al año por consejero, cuesta mucho  pagar dividendos a los accionistas. Con estos antecedentes necesariamente la electricidad tiene que ser cara, muy cara. Bueno, tal vez algún día tengamos que volver a utilizar las máquinas que usaban nuestros antepasados, con el tiempo lo sabremos. Mientras tanto, observad el cuidadoso diseño de estos madero-domésticos tan curiosos y sencillos.